¿Cómo se realiza un Injerto de Encía?

Periodoncia

Injerto de encia

La encía juega un papel fundamental para la salud y funcionalidad de nuestra boca: sirve de soporte para las piezas dentales y, además, protege la raíz del diente de la acción de agentes patógenos y de estímulos externos.

Sin embargo, su estabilidad se puede ver comprometida por una serie de factores, entre los que se destacan: La enfermedad periodontal (Gingivitis o Periodontitis), que ataca a los tejidos de soporte de la boca, un cepillado demasiado agresivo, uso de piercings orales, malos hábitos, como por ejemplo, el tabaquismo. Además, se deben tener en cuenta otros factores como, por ejemplo, los procesos hormonales (la salud de la encía es más sensible durante el embarazo) o una edad más avanzada. Las personas que están realizándose un tratamiento de Ortodoncia son las más propensas a desarrollar este problema, debido al movimiento de los dientes, por este motivo, se recomienda cepillarse los dientes con suavidad y utilizar un cepillo blando.

La recesión de encías supone una pérdida de tejido alrededor del diente, dejando al descubierto de manera gradual una mayor cantidad de superficie dental. En los casos más avanzados, esta retracción puede afectar el hueso sobre el que se soportan los dientes, provocando movilidad dental y afectando la estabilidad de los mismos.

Debido precisamente a lo gradual de este proceso, el paciente no es consciente hasta que esta recesión se encuentra en un estado más avanzado. Es decir, cuando ésta supone ciertas molestias como, por ejemplo, una mayor sensibilidad dental o compromete la estética de la sonrisa (se muestra una mayor cantidad de superficie del diente).

En caso de que un paciente presente esta retracción, el tratamiento más indicado es un Injerto de Encía.

Antes de realizar un Injerto de Encía, lo más importante es tratar lo que ha originado la recesión gingival. Si la causa ha sido uno de los dos tipos de enfermedades periodontales (Gingivitis o Periodontitis), lo habitual es comenzar con una higiene bucodental especial conocida como detartraje y un alisado radicular, si se hace necesario este último. Con esta práctica se elimina el sarro y las bacterias acumuladas en las zonas del diente. Este foco de infección es lo que provoca la inflamación y la destrucción de los tejidos gingivales, por lo que es fundamental realizar este tratamiento con el fin de prevenir en el paciente daños mayores en las encías.

El Injerto de Encía es una pequeña cirugía cuyo objetivo es recuperar la encía dañada y evitar los posibles problemas futuros que podrían derivarse de esta retracción.

¿Cómo se realiza un Injerto de Encía?

El Injerto de Encía es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se realiza bajo anestesia local, de manera que su efecto mitigue cualquier molestia que el paciente pudiera sufrir durante el tratamiento. Por lo tanto, se puede afirmar que el Injerto de Encía, como tal, no duele. Consiste en la toma de tejido blando (generalmente del paladar del propio paciente) que posteriormente, el cirujano colocará en la zona en la que el diente se ha quedado sin protección. En función del grado de severidad de la recesión y del estado de las encías del paciente, podemos distinguir tres tipos diferentes de injerto.

El Injerto Gingival Pediculado: consiste en la extracción del tejido de la zona de la encía próxima a la pieza dental que ha quedado desprotegida. Esta muestra de tejido, conocida como pedículo, se corta de manera parcial y se sutura en el área colindante a la pieza afectada. Sin embargo, en algunas ocasiones no existe suficiente masa en la encía para realizar este tipo de intervención. Es entonces cuando el cirujano recurre al tejido presente en el paladar.

Dentro de las técnicas que recurren a la extracción de la masa presente en dicha zona, podemos distinguir dos tipos de injerto:

Por un lado, el Injerto de Tejido Conectivo consiste en la separación y la selección del tejido subepitelial para proteger la zona dañada, el resto de la muestra tomada volverá a implantarse en su lugar de origen.

Por otro lado, el Injerto Gingival Libre toma parte del tejido palatino para colocarlo, de forma íntegra, en la zona a reparar. Este procedimiento es común en aquellos casos en los que el paciente precise aumentar el grosor y la consistencia de las encías.

Por último, en aquellas ocasiones en las que la masa no pueda tomarse de ninguna de las dos zonas citadas anteriormente, el especialista podrá recurrir a un banco de tejidos.

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